mapurbe
sábado, 10 de marzo de 2012
jueves, 8 de septiembre de 2011
Es a voces
pegarse un tiro de agua
o de tierra
o de barro…
donde el horixonte ondula
espalda partida
tráquea de pollo y mucosidades varias obstruyendo el beso del herido
mano de pulpo recorriendo las comisura de un recuerdo.
Es a voces,
con palabras e imágenes rumbo a las vísceras,
la certidumbre de verse al espejo y trisarse los ojos
El secreto del washo mal parido
el grito a la luna
botando el amniótiko de sus fauces
lubricando la verdad de estar vivo
con llanto
para luego irse de cuento por la vida.
Los sentidos delatan
las caricias
oler sus texturas
tocar tu mirar
degustar los gemidos
escuchar movimientos
alterando todo orden
cuando los sentimientos se desnudan ante la raxon,
nada es secreto.
Entonces, los ecos retumban por las llanuras de hormigón,
por los causes servidos del Mapocho,
-pliegues de la noche-
desmantelando ese entre mirar miope k/n la Hermusa
esa cruzada ficticia que nunca a nadie alteró,
menos al espejo.
Los redonditos de ricota , album Oktubre |
Lefiman
Hubo esos días en los cuales tú no sabes si el sol se equivocó al salir o al entrar.
Hubo esos días R de revuelta, cuando la sangre revienta por los ríos o simplemente revuelve su cauce río arriba por puro gusto y disgusto.
Hubo noches llenas de sueños donde nunca supimos de asesinatos y el hogar no pasaba de ser tan sólo un catre donde empotrar el cuerpo.
Hubo visiones, Perimuntú, alusiones y esquizofrenias que no fueron de categoría y diagnóstico médico.
Hubo de esas donde la piel se mimetizaba con la noche y el Futapewma, sin que ningún perro salga con una Uzi y te ladre a media noche; “¡Carabineros de chile, andando india conchetumadre!”.
Hubo recuerdos evocados para enseñarnos cómo se debía obrar
donde el cerezo aún nos enrojecía el beso
y los viejos no sufrían porque uno se ausentara.
Hubo mágicos movimientos, estelares bajo los cuales se podía distinguir claramente cómo antiguos cometas barbechaban la tierra de allá arriba, y hacían llover para regar nuestra seca carne y los arcoíris peinaban las nubes: su chasca de espuma.
El tiempo pasado fue mejor, musitaba una larva rumbo a ser mariposa debajo del tronco herido.
Hubo esquinas plagadas de fuego por las noches para puro celebrar la xawunion de amigos y qué más da.
También hubo diamantes que colgábamos en el pecho para no extraviarnos en el río de plata mientras nadábamos precoces en el paraíso depredado
¡Ya po’! Lefiman pegate la cachá , engulle esta plegaria, enjuágate la sonrisa y los ojos para ver nuevamente lo que falta por reconstruir…
Autoretraxto
Déjate de tomar David
Déjate de consumir tanta cacaina
Tanta vivencia patea’ hace mal
No te veí bien
Tus vísceras se desangran
Cuelgan tus poemas hilachientos
Déjate de ti mismo y confía en el poeta
No seai weón
Te vei patético
Y voh métale con seguir escriViendo en la noche
Apaga la luz que sale cara
Como tú no la pagaí
Se ve mal pa’ tu cultura
Tu actitud David
Siempre en excesos
Por más que le pongai newendy
No te da vergüenza
Eres peor que la nada
Tan autodestructivo que me saliste
Hasta cuando David
Los poetas desconfían de ti
Te ven muy flayte
En la Sociedad de Escritores de Chismes.
Déjate de poesías, plagiador
Todos saben que tus poewmas
Son del imaginario mapuche
Que se te devienen en sueños
Por lo menos explica al lector, al pie de página
Que violaste los derechos de autor de tus antepasados
Y por favor déjate de andar ponceando en Facebook
Andaí puro feibuceandoooooo
Trabaja, trabaja mejor y déjate de poesías
Que de poemas nadie come.
Peotudo
Deberías pensarlo
Y tomar decisiones a secas
Estai viejoven
Has estado ya más de una vez en tratamiento emocional
-estás tripolar-
Y culpas a la desolación
Que la resiliencia te quedó corta
Eres un caso
Perdido y extraviado
La tortilla se viene de vuelta David
Y tú sabes, la vida te pasa la cuenta
La muerte también.
Sin Nombre
Para escribir sueños, contrasueños, ensueños, pesadillas, visiones, alucinaciones, perimuntú, resonancias varias, utopías, etapas, espejismos, creencias, carencias, colores, cuentos, proesía, poemas, problemas, amores, odios, despedidas, adioses a diosas, venturas, tristezas, silencios, desolaciones, domingos, lloviznas de semen sobre la sangre, las variantes del ovario, delitos del barrio, resurgimientos, desamores, identidad, kimun, peladuras de cables, paráfrasis, plantillas, reconciliaciones, encuentros, historias de infancia, muerte, muchas muertes, amantes.
Para escribir entre tanta sístole y diástole bombeando a los ojos, junto a ese entrecortado respirar, se debe empuñar la mano. Para describir el silencio, las estaciones, transcribir el zumbido de estrellas cayendo o tu gemir en mi barba, es preciso anular las palabras e inventar geoglifos y acuaglifos para darse a entender.
Aunque el tiempo se lleve todo por los senderos del recuerdo y el viento arrastre los ecos de tu nombre por los recovecos del despeñadero, es vital seguir empuñando los dedos a la tripa de tinta china y ver escurrir el corazón sobre el papel o los caracteres de la pantalla. Cantar sobre todo en idiomas desconocidos e inventarlos como quien inventa un amor y se lo vive para sí o para no.